El 8 de Julio de 2007 el tenista Roger Federer dijo: “Hoy me fui como ganador. Fue perfecto. Pete Sampras es quizás el jugador más grande que hayamos tenido. Estar en el mismo nivel que Pete, de algún modo mi ex-héroe, está muy bien, pero no he llegado aún. No he ganado ni en Paris, ni la Copa Davis, o los Juegos Olímpicos, hay muchos otros torneos que me gustaría ganar. Pero, ¿sabes qué? Si no los gano, también está bien.
Estoy teniendo una buena temporada. Solamente quiero disfrutar mi tenis y no estar sometido a presiones todo el tiempo. Estoy feliz con esta temporada, especialmente en Wimbledon, el torneo más importante de mi vida. Me encanta cada minuto allí”.
Esta frase la manifestó después de derrotar a Rafael Nadal, ganando su quinto Wimbledon. – Como se sabe luego ganó dos veces más en Wimbledon, 2009 y 2012; Roland Garros en 2009; medalla de oro en dobles en los Olímpicos de Pekín 2008 y medalla de plata en sencillos en los Olímpicos de Londres 2012 y finalmente ganó la Copa Davis en 2014 -.
Muchos campeones de tenis, incluyendo a John McEnroe, Pete Sampras, Serena Williams, Steffi Graf, Rafael Nadal y Novak Djokovic, entre otros, comparten “una historia comprobada de perfeccionismo extremo”.
Uno podría entonces preguntar, ¿es bueno o malo ser perfeccionista?, ¿qué significa ser perfeccionista?, ¿Cómo se hace uno perfeccionista? y, ¿se puede y debe cambiar?
Exploremos estos temas examinando varios mitos sobre el perfeccionismo y destaquemos las consecuencias o recomendaciones para los entrenadores de tenis. Comencemos examinando los errores más comunes sobre el perfeccionismo y su relación con la excelencia deportiva.
MITO 1.
TODOS SABEN QUÉ SIGNIFICA EL PERFECCIONISMO
Es comprensible que el perfeccionismo sugiera diferentes cosas a diferentes individuos, dadas sus múltiples definiciones en la literatura.
La definición estándar es la “tendencia a mejorar indefinidamente un trabajo sin decidirse a considerarlo nunca totalmente acabado: Por ejemplo, si es negativo diríamos que “su excesivo perfeccionismo nos está retrasando a todos” o si es positivo, se dice que “su excesivo perfeccionismo ha mejorado el rendimiento de todos”, depende de la óptica y perspectiva con que se observe.
El perfeccionismo ha sido definido genéricamente como el “fijar estándares de rendimiento excesivamente altos” y luego, una conceptualización más reciente, y formal, como “un estilo de personalidad caracterizado por un esfuerzo por establecer estándares de rendimiento impecables y excesivamente altos con tendencias hacia la evaluación demasiado crítica del propio comportamiento”.
Si bien los investigadores no han acordado una única definición de perfeccionismo, está universalmente aceptado que el aspecto central del perfeccionismo es el establecimiento y la lucha por los altos niveles.
MITO 2
LOS PERFECCIONISTAS SON TODOS IGUALES
Como con cualquier estilo o rasgo de personalidad, no hay dos individuos iguales y esto es válido también para los perfeccionistas.
Mientras los perfeccionistas comparten la característica de establecer y luchar por los altos estándares, difieren muchas otras características interrelacionadas.
Por ello los investigadores categorizan a los perfeccionistas en dos tipos: el perfeccionista “positivo”, también llamado normal, adaptable, saludable, funcional o activo, y el “negativo”, considerado neurótico, mal adaptado, insalubre, disfuncional o pasivo.
Miremos las características de estos dos tipos de entrenadores y jugadores perfeccionistas:
PERFECCIONISTA POSITIVO
• Tiene la habilidad para verse a sí mismo como exitoso aunque no logre el “rendimiento perfecto” y disfruta de sus logros.
• Tiene la habilidad para aceptar sus limitaciones personales y de situación; es realista al controlar y evaluar su propio rendimiento.
• Está motivado para sobresalir y focalizado para hacer las cosas.
• Mantiene una actitud relajada pero cuidadosa, confiando en sus habilidades.
• Desilusionado ante el fracaso pero renueva el esfuerzo y el compromiso.
• Completa las tareas a tiempo.
• Es un pensador equilibrado.
EL PERFECCIONISTA NEGATIVO
• Está raramente satisfecho con sus logros; tiende a verse a sí mismo como un fracaso.
• Se mantiene siempre preocupado y es demasiado crítico de sus resultados. Mantiene una inhabilidad de aceptar sus errores.
• Está motivado por los temores al fracaso y preocupado por desilusionar a los demás.
• Está tenso y ansioso por las tareas, tiene tendencias compulsivas; duda de sus habilidades y le preocupa la calidad del rendimiento.
• La auto-valoración depende de los resultados y no de la mejora en el rendimiento.
• Tiende a posponer decisiones o tareas.
• Es un pensador extremista: “blanco o negro” o “todo o nada”, es perfecto o fracaso; bien o mal.
Para resumir brevemente los rasgos presentados anteriormente, los perfeccionistas negativos establecen estándares sumamente altos, sin embargo, por ser demasiado críticos e intolerantes con los errores, nunca están satisfechos con sus resultados; creen que éstos podrían ser siempre mejores.
Por otro lado, los perfeccionistas positivos aceptan las limitaciones personales y de situación y la inevitabilidad de cometer errores, y de este modo, disfrutan de la búsqueda intencional de la excelencia.
Se sugiere que la distinción crítica entre el perfeccionismo positivo y negativo se encuentra en la exigencia del individuo por la perfección.
Si bien todos los perfeccionistas luchan por la perfección, los perfeccionistas negativos sienten también una necesidad de actuar impecablemente, es decir, no aceptan ni ser ni actuar de manera imperfecta. Siempre hay valor en la lucha por la perfección en el deporte, pero no se gana nada exigiendo perfeccionismo.
MITO 3
EL PERFECCIONISMO NO SE ASOCIA CON LA EXCELENCIA DEPORTIVA
La exactitud o no de este mito depende de si uno se refiere a un perfeccionismo positivo o negativo, según se describió anteriormente.
Es verdad que las investigaciones sostienen que el perfeccionismo negativo es un antecedente del agotamiento o burnout, entre los jóvenes tenistas, por ejemplo.
Sin embargo, es igualmente cierto que los estudios afirman que la mayoría de los deportistas de nivel mundial son positivamente perfeccionistas en su orientación.
Estos resultados de las últimas investigaciones han llevado a los psicólogos a afirmar que la forma positiva de perfeccionismo es ciertamente un rasgo característico de los deportistas de alto rendimiento.
MITO 4
EL PERFECCIONISMO PUEDE ORIGINARSE EN LA INFANCIA DEBIDO A LA INFLUENCIA PATERNA
Este mito puede tener cierta validez pero no expresa completamente la complejidad del proceso de desarrollo del perfeccionismo.
Este proceso continuo no se basa solamente en las primeras experiencias de los niños, indudablemente, los factores paternos tienen una gran incidencia en la instalación de valores y, por lo tanto, en la formación del carácter de los niños.
No obstante, deben considerarse además otras circunstancias como el rol que juegan las otras personas significativas, como los amigos, los profesores, lo compañeros y en general todos aquellos que tengan una incidencia en los valores sociales y culturales del deportista.
MITO 5
UNA VEZ PERFECCIONISTA, SIEMPRE PERFECCIONISTA
Ya que el perfeccionismo es aprendido, en oposición a heredado, la mayoría de los individuos puede desarrollar, moderar y/o cambiar tal orientación.
Algunos individuos necesitarán ayuda en este proceso, por ejemplo, trabajar con un psicólogo deportivo, pero el cambio es generalmente posible y en algunos casos, deseable.
Si bien cada caso debe ser considerado individualmente, un asunto posible que garantice el cambio sería por ejemplo, cuando un jugador invariablemente “tira la toalla” ante el primer error que comete en un partido, se reprende continuamente sobre su nivel de juego y sufre terriblemente la tensión de la competición.
PROPOSICIONES PARA LOS ENTRENADORES
De lo anteriormente comentado se desprenden varias conclusiones para los entrenadores. Lo más significativo es la importancia de tener presente y tomar conciencia de que el perfeccionismo con respecto a ellos mismos o a los jugadores no representa necesariamente una característica negativa o una disfunción. Puede ser también normal y positivo, y de hecho, una cualidad clave para la excelencia deportiva.
Es por eso necesario tener en cuenta tres sugerencias básicas para que los entrenadores consideren al trabajar con los jugadores:
• Esforzarse y dar lo mejor de uno en lugar de preocuparse por los errores y equivocaciones.
• Disfrutar de la lucha por la perfección en vez de temer no alcanzarla totalmente.
• Valorar lo que se ha logrado en vez de centrarse o enfatizar la discrepancia entre lo logrado y lo que se podría haber logrado si todo hubiese funcionado perfectamente.
Adoptando estas recomendaciones, los entrenadores comprenderán los beneficios de la búsqueda de la perfección, evitando los peligros de exigir la perfección.
Luchar por ella, pero aceptar ser menos que perfecto, es la manera perfecta de avanzar, como se mencionó al principio, es uno de los principios de éxito de Roger Federer y de los grandes tenistas.
FUENTE:”https://www.facebook.com/canchade.tenis“