INTRODUCCIÓN
«Nunca dudé del amor de mi padre. Sólo desearía que fuese más blando, que escuchara más y se enojara menos. De hecho, a veces preferiría que mi padre me amara menos. Quizás, así se alejaría un poco y me dejaría elegir a mí… me vuelve loco no poder elegir, no poder tener opinión sobre qué hago o quién soy (Andre Agassi, Open: An Autobiography, 2009, p.65).
Cuando Andre Agassi publicó su autobiografía, proporcionó numerosas descripciones sinceras y vívidas sobre la participación intensa, y por momentos casi abusiva, de su padre en su desarrollo tenístico.
Al contar estas experiencias, Agassi destacó las consecuencias negativas de la participación de su padre.
Por ejemplo, describió su falta de interés por el juego de tenis, menor disfrute del deporte y hasta un deseo de abandonar.
Estas consecuencias negativas, sumadas a otras, como una mayor ansiedad pre-competitiva y el temor al fracaso, han surgido frecuentemente en la literatura científica como posibles consecuencias de la inadecuada participación paterna.
Dadas las consecuencias negativas asociadas con la inadecuada participación paterna en el deporte, luchar por mejorar dicha participación es un esfuerzo que vale la pena realiza.
Los entrenadores pueden jugar un rol fundamental en este esfuerzo. Específicamente, los entrenadores pueden ayudar a mejorar la participación paterna de; por lo menos; tres modos: (1) Comprendiendo las experiencias de los padres,
(2) Apoyando a los padres y
(3) Formando a los padres.
Sobre todo, si los entrenadores pueden trabajar con los padres para mejorar la participación de éstos en el tenis, redundará posiblemente, en una experiencia tenística más exitosa y agradable.
COMPRENDER A LOS PADRES
Es importante comprender la experiencia de los padres, pues apoyar la participación tenística de estos niños puede transformarse en una ardua tarea para ellos.
Además, el comportamiento inadecuado de algunos padres puede ser el resultado de emociones o factores de estrés que encuentran en el entorno del tenis.
Si dedican tiempo a aprender sobre las experiencias de los padres, los entrenadores pueden comprender mejor sus conductas y ayudar a cambiarlas.
Hay muchas maneras de aprender sobre las experiencias de los padres. Por ejemplo, la ruta más directa es comprometer a los padres en conversaciones formales o informales y preguntarles sobre sus experiencias.
Organizar eventos sociales o reuniones puede ser positivo para compartir sus experiencias con otros padres y entrenadores.
No solamente ayudaría a los entrenadores a comprender lo que están experimentando los padres, sino que les daría la posibilidad de aprender de otros padres.
Los entrenadores cuentan con gran cantidad de literatura al respecto, que pueden utilizar como guía para sus interacciones con los padres.
Por ejemplo, dos investigaciones sobre «los factores de estrés de los padres de tenistas» fueron realizadas por padres de jugadores de tenis del Reino Unido.
Ellos ilustran los numerosos factores de estrés a los que se enfrentaron los padres por apoyar a sus hijos en el tenis.
Estos factores de estrés fueron varios, pero entre otros, la incertidumbre con respecto a las conductas adecuadas en los torneos, los problemas cuando sus hijos juegan por debajo de su nivel, la financiación de la participación, los problemas laborales debido al tiempo que necesitan para llevar a los niños a entrenar, y las preocupaciones generales con respecto al desarrollo del niño.
Leyendo y comprendiendo estas experiencias, los entrenadores pueden preparar a los padres para los desafíos o exigencias potenciales que puedan surgir de la participación del niño en el tenis.
A la vez, es de esperar, se podrá reducir la conducta negativa de los padres como resultado del estrés que experimentan.
APOYAR A LOS PADRES
El trabajo con padres es una de las principales fuentes de estrés para los entrenadores de tenis, y una de las causas contribuyentes para el abandono de la profesión.
Esto es comprensible pues muchos entrenadores se enfrentan con padres difíciles, desafiantes, demasiado involucrados y negativos. Sin embargo, a pesar de las dificultades con algunos padres, el trabajo con ellos es un componente importante y necesario del trabajo de entrenamiento.
Particularmente, porque los padres suelen confiar ampliamente en el apoyo del entrenador, tratando de proporcionar a sus hijos las mejores experiencias tenísticas posibles.
Los padres buscan en los entrenadores la información, el apoyo emocional y tangible para lidiar con los factores de estrés a los que se enfrentan para proporcionar a sus hijos la mejor experiencia en el tenis.
Específicamente, los padres esperan que el entrenador les proporcione la información apropiada para el progreso de sus niños en el tenis.
Por ejemplo, esperan que los entrenadores compartan la información sobre el desarrollo, las metas y la potencial progresión de sus hijos. Además, los padres y sus niños se benefician con el consejo que reciben de los entrenadores y no solamente en cuanto a los aspectos técnicos del juego.
Al proporcionar tal información, los entrenadores ayudan a los padres a comprender todos los aspectos del tenis de sus niños, para luego poder proporcionarles el apoyo y la información que necesitan.
Dadas las exigencias a las que se enfrentan los padres, éstos también acuden a los entrenadores en busca de apoyo emocional, particularmente después de partidos difíciles.
Este apoyo puede tener formas variadas: prestar un hombro en el cual los padres puedan llorar, tomarse el tiempo para escuchar sus problemas o dar consejo para lidiar con diferentes situaciones.
Con este apoyo emocional, los entrenadores pueden reducir el estrés emocional de los padres y es de esperar, también reducir las reacciones negativas que los padres puedan tener con sus hijos.
FORMAR A LOS PADRES
Una de las principales dificultades para los padres es saber cómo comportarse en los torneos y, en particular, saber cómo responder ante un fracaso o un mal rendimiento.
Tanto los entrenadores como los padres y los niños han identificado las conductas más o menos apropiadas para el tenis.
Los entrenadores pueden jugar un rol vital en la formación de los padres, según esta información, con respecto a aquellas conductas que son y que no son adecuadas para las diferentes situaciones.
Se han realizado una serie de estudios examinando el rol de los padres con relación al desarrollo de los tenistas junior.
Por medio de entrevistas, grupos de análisis y encuestas con entrenadores, jugadores de élite y padres, quedó claro que hay un rango de conductas paternas positivas y negativas que impactan en el desarrollo tenístico.
Las conductas que obstaculizan más seriamente el desarrollo de los jugadores consisten en sobre enfatizar el éxito, criticar al niño y carecer de control emocional.
Por otro lado, las conductas más favorables son el amor y el apoyo incondicional, el apoyo logístico y financiero y cuando los padres dejan que los niños se hagan cargo de su comportamiento en cancha.
Proporcionar tal información a los padres y lograr que comprendan porqué ciertas conductas son más o menos útiles para sus hijos puede permitir a dichos padres regular mejor su participación en el tenis.
Los entrenadores pueden alentar a los padres para que hablen con sus hijos sobre la participación de ellos en el tenis, específicamente en las competiciones.
Un estudio reciente con tenistas adolescentes indicó que prefieren que sus padres se comporten de cierta manera y no de otra durante los torneos.
Los jugadores identificaron cinco conductas paternas preferenciales, que se agruparon bajo el tema de la visión de los deportistas con respecto a las conductas de apoyo.
Las cinco conductas preferidas fueron;
(a) No dar consejos técnicos ni tácticos; salvo que los padres tengan el conocimiento correspondiente necesario para ser entrenador o haber jugado en alto nivel;
(b) Asegurarse de que los comentarios se centren en el esfuerzo y la actitud del jugador y no en su rendimiento o en el resultado del partido;
(c) Proporcionar consejo práctico para prepararse y recuperarse de los partidos;
(d) Respetar la etiqueta del tenis no involucrándose demasiado en los partidos o siendo demasiado parcial; y
(e) Combinar las conductas no verbales; expresión facial y corporal; con comentarios de apoyo, manteniendo la coherencia durante todo el partido.
Utilizando estos puntos como partida, los entrenadores pueden alentar a los padres a identificar las necesidades individuales de sus niños en los torneos.
Con este tipo de conversaciones, los padres podrán adaptar su participación para poder cumplir con las necesidades de su hijo.
CONCLUSIÓN
Ser padres de tenistas es una tarea importante pero es potencialmente un desafío.
El apoyo y la guía que reciben los padres por parte de los entrenadores pueden afectar en gran medida su participación positiva en el tenis de su hijo.
Si los entrenadores dedican tiempo a comprender, apoyar y formar a los padres, podrán mejorar el potencial de participación adecuada en el tenis de sus hijos jugadores.
FUENTE:
Camilla J. Knight & Nicholas L. Holt
(Universidad de Alberta, Canadá)